A los soldados se los forma para hacer una cosa por sobre todas las demás: obedecer órdenes. Los soldados que desobedecen dichas órdenes, se enfrentan a consecuencias disciplinarias por su insubordinación. Louis Dartige Du Fournet, un vicealmirante del Escuadrón Francés del Oriente, se dispuso a sitiar las costas otomanas cerca de Siria en 1915, era consciente de las consecuencias a las que se exponía por ocuparse del asunto con sus propias manos. No obstante esto, ordenó el rescate de más de 4000 hombres, mujeres y niños armenios de la muerte segura en las laderas de Musa Dagh (Monte de Moisés, también conocido como Jebel Musa) situado en lo que hoy es el sudeste de Turquía.
Dartige no tenía idea de cómo reaccionarían los comandantes a sus órdenes, pero no esperó para saberlo. Tenía plena consciencia de la pesadilla burocrática que suponía intervenir en tal conflicto, pero el tiempo era escaso.
La historia comenzó en el verano de 1915, cuando el consejo de seis aldeas pobladas de armenios; Haji Habibli, Kebusiyeh, Vakif, Kheder Bek, Yoghunoluk y Bitias, ubicadas en el distrito de Suede, desafió las órdenes del poder otomano de unirse a las marchas de deportación que salían del país. El 30 de julio algunos habitantes armenios obedecieron las instrucciones de los otomanos y fueron asesinados durante las marchas de la muerte hacia los desiertos sirios. Otros – un grupo de más de 5000 armenios – partieron de sus hogares y se refugiaron en las laderas de Musa Dagh, en el extremo norte de la bahía de Antioquía. Fue allí donde montaron una valiente resistencia militar contra las fuerzas otomanas.
No había más de 600 combatientes entre los 5000 armenios y tenían pocas armas. Pero eran resueltos y muy disciplinados.
Construyeron fortificaciones provisorias alrededor de las laderas de la montaña. Al principio, los combatientes armenios resistieron de manera heroica, pero al reducirse el suministro de alimento y municiones, la situación se deterioró rápidamente.
En un intento de atraer la atención de los tripulantes de los buques aliados, los combatientes erigieron dos banderas hechas con sábanas, que serían visibles desde el mar. Una de las banderas llevaba una cruz roja y la otra tenía la inscripción: “Cristianos en peligro”. También prendieron fogatas alrededor de las banderas, esperando llamar la atención.
Sobrevivientes del Musa Dagh con una de las banderas que divisó la marina francesa, The Graphic, 13 de noviembre, 1915 |
El 5 de septiembre, luego de casi un mes de lucha, la tripulación de un crucero de guerra francés llamado The Guichen advirtió las señales. Peter Dimlakian, miembro de la resistencia, subió al navío y habló directamente con el comandante francés. El francés partió con la promesa de enviarles ayuda.
Como escribió el vicealmirante Dartige du Fournet en su diario el día 6 de septiembre de 1915, él “recibió un telegrama que le informaba de esta situación y de inmediato zarpó hacia la zona a bordo del Jeanne d’Arc”. Al día siguiente, el Jeanne d’Arc se acercó a la costa en una misión de reconocimiento. Tigran Andreasyan, uno de los jefes armenios, subió a bordo y pidió que al menos los civiles – las mujeres, los niños y los ancianos – fueran evacuados. Se le prometió una vez más que la armada francesa vendría en su ayuda.
“Comprendí que debíamos ayudar a esta pobre gente”, escribió du Fournet en su diario. Le envió un telegrama de emergencia al estado mayor, pero seguía muy preocupado por la compleja burocracia que reinaba en Francia.
Corriendo el riesgo de empañar su carrera, dio la orden de enviar todos los cruceros a su disposición hacia Musa Dagh para iniciar las evacuaciones de inmediato.
En sus propias palabras, “El tiempo apremiaba y sea cual fuera la indicación [del estado mayor], era menester evacuarlos a todos”.
Louis Dartige du Fournet, colección del Museo Instituto del Genocidio Armenio |
El vicealmirante también se contactó con las autoridades británicas en Chipre y Egipto, solicitándoles que recibieran a los refugiados. Al principio, su pedido fue rechazado, pero rápidamente logró convencer a los aliados de instalar un campo de refugiados en Puerto Saíd, Egipto, sin contar con el consentimiento de sus superiores.
El 10 de septiembre de 1915, en el 41° día de resistencia, dos buques franceses comenzaron a bombardear las posiciones otomanas alrededor de Musa Dagh en una operación encubierta. El 12 de septiembre, cinco cruceros de guerra franceses – Le Guichen, L'Amiral Charner, Le Desaix, La Foudre y Le D'Estrées, se acercaron a la costa, echaron las anclas y dejaron caer los botes. Tiran Tekeyan, un oficial de origen armenio a bordo de Le Desaix, coordinó la operación de rescate, que duró tres días. Los primeros en ser evacuados fueron las mujeres, los niños y los ancianos y luego los siguieron las fuerzas armadas.
El número total de personas rescatadas llegó a 4058. Entre las que se encontraban 1563 niños, muchos de los cuales habían nacido durante la operación.
Algunos de los niños que nacieron a bordo fueron llamados Guichen, en honor al primer crucero cuya tripulación divisó las señales provenientes del Musa Dagh.
“Entre ellos había unos pobres bebés recién nacidos envueltos en toallas. Los pequeños Mussalertsi pasaban de mano en mano a través del rugir de las olas. Atravesaron las aguas y nunca sabrán de qué clase de peligro se lograron escapar en realidad”, escribió du Fournet en su diario.
Refugiados del Musa Dagh abordal el navío francés The Sphere, 30 de octubre, 1915 |
Cuando los refugiados llegaron a Egipto, les ofrecieron refugio, alimento, atención médica y educación, como lo había dispuesto Dartige.
Tres meses después de la evacuación, Dartige recibió la respuesta a su primer telegrama. El cual consistía de una sola frase en francés: “Où se trouve mont Moïse?” (“¿Dónde en encuentra el Monte de Moisés?)” Lo cual demostró que si Dartige hubiera decidido actuar según los procedimientos militares y esperar las órdenes, ningún refugiado hubiera sobrevivido.
El 10 de octubre de 1915, Du Fournet fue nombrado comandante de la flota aliada en el Mar Mediterráneo. En diciembre de 1916, luego del desembarco de los soldados franceses en las cercanías de Atenas, Louis Dartige Du Fournet fue despedido. Nunca tuvo hijos y se casó con una viuda después de su regreso. Vivió en una pequeña casa de campo cerca de Saint-Chamassy, en el sudoeste de Francia. Du Fournet murió en 1940 y fue enterrado en Saint-Chamassy. En el momento de su muerte y a lo largo de muchas décadas, la población francesa no supo nada acerca de sus esfuerzos de rescate.
Sin embargo, en 2010, Tovmas Aintabian, descendiente de un sobreviviente de Musa Dagh, realizó una investigación sobre la vida del vicealmirante y localizó su hogar, así como también su tumba. Aintabian se contactó con las autoridades locales en Saint-Chamassy y organizó una ceremonia conjunta para rendirle honor a quien salvó a sus ancestros. El nombre de Dartige Du Fournet se dispersó por toda Francia, de la mano de los principales canales de televisión y periódicos franceses que cubrieron los eventos. Una bandera esculpida en mármol, que representa aquella que ondeaban los combatientes por la libertad, fue colocada en su tumba.
La tumba de Dartige se ha convertido en un lugar de peregrinación para los armenios y los franceses que le rinden honor al hombre que se arriesgó tanto para salvar a tantos.
La historia fue verificada por el Equipo de Investigación de 100 LIVES.
Imagen de portada: Muchos años después, sobrevivientes del Musa Dagh sostienen una de las banderas que los salvó.