logo
CIERREMenu
Yepraksia Barseghyan-Gevorgyan

Yepraksia Barseghyan-Gevorgyan

Yepraksia Barseghyan-Gevorgyan nació el 23 de abril de 1914 en el pueblo de Laloyi Mavrak, en la provincia de Kars. Yepraksia huyó del Genocidio junto con su madre y sus dos hermano. Su padre fue asesinado por los turcos.

Para escapar, su familia cruzó el río Araks. Yepraksia, ahora de 101 años, no puede evitar llorar al recordar esos hechos: “Ustedes tienen suerte de no haberlos visto”, dice. Fue de Kars a Ashtarak, Eghvard y luego a Alexsandropol (actualmente Gyumrí, en Armenia). La madre de Yepraksia falleció cuando ella tenía nueve años y la trasladaron a un orfanato en Gyumrí. Ella está agradecida al orfanato donde recibió buena atención: “Sobreviví gracias a ello. Si no fuera por ese lugar, no se qué habría sido de mí”. Actualmente, Yepraksia Barseghyan-Gevorgyan vive en Armavir, Armenia. Tiene 8 hijos, 16 nietos, 29 bisnietos y 7 tataranietos. 

Lena, de 85, hija de Yepraksia Barseghyan-Gevorgyan y Sashik, de 43, bisnieto de Yepraksia, cerca de su casa, en el pueblo de Ambert, donde viven actualmente.

 

Yepraksia Barseghyan-Gevorgyan, de 101 años, era muy joven cuando su familia escapó del pueblo de Lazoyi Marvak, en la región de Kars.

 

Tomando un café en la residencia de la familia.  

 

Sashik Gevorgyan, de 43 y Yepraksia Gevorgyan, de 101, se sientan uno al lado del otro mientras disfrutan de un café. 

 

El jugo de damasco es el favorito en la casa de los Barseghyan-Gevorgyan.

 

Las tres generaciones de los Gevorgyan en su casa. 

 

Lena prepara café para la familia.

 

Madre (derecha) e hija (izquierda) en su casa.

 

Yepraksia va hacia la cocina. 

 

Por las noches, Yepraksia, de 101 y Lena, de 85, encienden algunas velas para iluminar su camino.

 

Un retrato de Yepraksia Barseghyan-Gevorgyan, de 101,  a la noche.

 

Lena Gevorgyan camina en la oscuridad, sosteniendo una vela.

 

En su dormitorio, Yepraksia Barseghyan-Gevorgyan sostiene una fotografía. Yepraksia recuerda su vida en el orfanato en Gyumrí, Armenia, con mucha claridad.

Fotografías por Diana Markosian y Karen Mirzoyan.