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La estrella guía de Lampedusa

La estrella guía de Lampedusa

El Dr. Pietro Bartolo es un activista y político italiano de la isla de Lampedusa, que en las últimas décadas se convirtió en un popular punto de entrada para los migrantes ilegales y los refugiados que intentan llegar a Europa. Como jefe del Centro Clínico Lampedusa ha brindado ayuda médica durante varios años a las personas que llegan por mar. Hoy, como miembro del Parlamento Europeo, lucha por los derechos de esas personas a nivel internacional, diseñando políticas de migración equitativa que harían que los países occidentales aceptaran la responsabilidad de su oscuro pasado colonial. 

El Dr. Pietro Bartolo nació en 1956 en el seno de una familia de un pescador y una ama de llaves y solía ayudar a su padre cuando era niño. Durante ese período adquirió una aguda conciencia de lo que significaba ser víctima de un naufragio. “Tenía trece años. Los demás no habían notado que había ido por la borda. No se dieron cuenta de que no estaba hasta que llegaron al puerto. En ese momento no existía el GPS, las estrellas guiaban a los pescadores de Lampedusa. Esas mismas estrellas salvaron mi vida a medida que guiaron el barco de pesca que regresaba al mar para buscarme. Estuve varado durante cuatro horas, solo, en medio de la oscuridad. Luego de esa experiencia, no hablé por más de un año. Ese momento cambió el resto de mi vida. Mientras esté vivo, lucharé para asegurarme de que nadie quede abandonado en el mar abierto”, dice el Dr. Bartolo.

Su deseo de ayudar a la gente también ha definido la elección de su carrera: decidió estudiar medicina, especializándose en ginecología y obstetricia. “En los años 60 y 70, las mujeres en Lampesusa aún daban a luz en sus casas. No había ginecólogos ni hospitales para cuidar a las mujeres que tenían complicaciones”, explica Pietro Bartolo. Muchas mujeres que conocía desde que era niño murieron al dar a luz y él estaba decidido a cambiar eso. Durante sus estudios en Catania, conoció a su futura esposa, quien también es médica y sigue ejerciendo la profesión en Lampedusa.

Desde 1990, el Dr. Bartolo proporcionó primeros auxilios a las personas que llegaban a las orillas de Lampedusa en busca de una vida mejor, tras un viaje peligroso y agotador. Ya pasados sus cincuenta años, experimentó otro momento que dejó una profunda marca. El 3 de octubre de 2013, Pietro Bartolo fue testigo de una tragedia indescriptible cuando un buque que transportaba a los migrantes se hundió cerca de la isla: “Hubo un naufragio a menos de 500 metros de la costa de Lampedusa. 368 personas perdieron la vida, entre ellas una madre muy joven que acababa de dar a luz. Como jefe del Centro Clínico Lampedusa, el cual ayudé a construir, realicé autopsias a todos los cuerpos. A Partir de ese momento, comencé mi lucha para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir”.

Una cruz de piedra hecha de piezas rotas de barcos de inmigrantes en Lampedusa  © El Pantera, CC BY-SA 4.0, Wikimedia Commons

Se estima que durante su carrera de 30 años en el Centro Clínico Lampedusa le ha proporcionado primeros auxilios a, aproximadamente, 250.000 personas que llegaron allí por vía marítima. Pero al Dr. Bartolo no le importan los números: “Nunca he contado a mis pacientes, no son números. Son seres humanos que están en busca de un futuro mejor para ellos y para sus hijos. Nuestro mundo es políticamente responsable de este éxodo y, simplemente, no podemos mirar para otro lado”, dice el Dr. Bartolo. 

Lo que más le persigue es el sufrimiento de los niños. Una vez tuvo que cuidar a una chica migrante de apenas diez años que estaba absolutamente sola. Lo único que sabía era que su madre estaba en algún lugar "en Europa". "Nos llevó meses, le pedimos ayuda a todos, incluso al Papa y al presidente de Italia para dar con el paradero de la madre de Anila. La encontramos en Francia, sola, forzada a ejercer la prostitución. La sacamos de ese ambiente, le encontramos un trabajo y la reunimos con su hija", cuenta el Dr. Bartolo. Ella todavía le envía fotos de su hija y, cada vez, él se conmueve profundamente.

Pietro Bartolo ha realizado tanto trabajo en el terreno para poder aliviar el sufrimiento humano que los legisladores también comenzaron a contactarlo por su experiencia. En julio de 2019, tuvo que dejar su amada práctica después de ser elegido para el Parlamento Europeo, donde continúa su lucha por los migrantes como vicepresidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior en Bruselas. Como ponente alternativo del grupo político Socialistas y Demócratas, ahora está trabajando en un nuevo pacto sobre migración que se debate en el Parlamento Europeo.

El Dr. Bartolo se ve profundamente afectado por el sufrimiento de los niños migrantes 

El Dr. Bartolo está seguro de que se necesitan cambios en todos los niveles. “Creo que cada uno de nosotros debería hacer su parte ya que los políticos no pueden hacer mucho. En Europa y en el resto del mundo están aumentando los niveles de racismo y xenofobia. Lamentablemente, la pandemia ha agravado la situación de quienes vivían en condiciones precarias incluso antes de que nos golpeara esta emergencia sanitaria. Ahora más que nunca, tenemos que asegurarnos de que nadie se quede atrás en el intento de construir un mundo mejor para el futuro”. 

Hablando del futuro, sus metas para la humanidad incluyen el triunfo sobre la pandemia y el gran problema ambiental del cambio climático. Mientras tanto, encuentra consuelo e inspiración en su trabajo, impulsado por la conexión personal con las personas a las que ayuda: “Es el final feliz para muchos que lo lograron lo que me inspira a continuar mi trabajo, para que el ‘final feliz’ de una vida digna pueda convertirse en un derecho y no en un privilegio para los pocos sobrevivientes del infierno”.

El Dr. Pietro Bartolo ha visto muchas tragedias y pérdidas. Pero también ha sido testigo de actos sobresalientes de resiliencia, abnegación y compromiso que lo ayudan a mantenerse optimista y lleno de gratitud. “Estoy agradecido con mis padres que, a pesar de tener una familia numerosa y poca riqueza, me dieron la oportunidad de estudiar y convertirme en médico. Le estoy agradecido a Kebrat, una niña que había sido víctima de la tragedia del 3 de octubre y que inicialmente se presumió muerta antes de que yo sintiera los latidos de su corazón y la ayudara. Hoy es una mujer fuerte. Agradezco a un conocido que recientemente dio la bienvenida a su familia a una joven víctima de uno de los innumerables naufragios que han manchado el mar Mediterráneo”, dice el Dr. Bartolo, y agrega: “La gratitud es una de las formas más altas de respeto que podemos mostrar unos con los otros."