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Personal, material, espacio y sistemas

Personal, material, espacio y sistemas

El Dr. Paul Farmer es un médico y antropólogo médico estadounidense. Es cofundador y estratega jefe de Partners In Health (PIH), una organización internacional sin fines de lucro que brinda los beneficios de la ciencia médica moderna a quienes más la precisan. El Dr. Farmer ha dedicado su vida a ayudar a las personas que más lo necesitan mediante el diseño y la implementación de soluciones de atención médica sostenibles para las comunidades desatendidas en todo el mundo.

Paul Farmer nació en 1959 en North Adams, Massachusetts. En 1982, se graduó con honores de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte y recibió su M.D. de la Escuela de Medicina de Harvard y su Ph.D. en antropología de la Universidad de Harvard en 1990.

En 1983, mientras trabajaba en Haití, el Dr. Farmer ayudó a crear un programa de salud para la comunidad local. Cuatro años después, cofundó Partners In Health con Ophelia Dahl, Thomas J. White, Todd McCormack y Jim Yong Kim. El Dr. Farmer señaló que “lo que sucedió en esos cuatro años fue más allá de la idea habitual que tienen muchos jóvenes estadounidenses de querer comenzar lo nuestro: una organización no gubernamental, algún dispositivo nuevo. Yo lo llamo la búsqueda de la eficacia personal. ¿Cómo podemos transformar esa búsqueda en cambios significativos para otras personas, no solo para nosotros?"

El Dr. Paul Farmer con una joven paciente de Haití, donde comenzó el trabajo de PIH 

La necesidad de ayudar a los demás es la fuerza motora del Dr. Farmer que, al mismo tiempo, es lo fundamental para el concepto de la Gratitud en Acción de Aurora que él apoya plenamente: “Lo que necesitamos es Gratitud en Acción. Todos nos hemos beneficiado de la bondad de los demás. Muchas veces es por parte de la familia, pero también nos han ayudado personas que no conocemos. Incluso cuando era niño, era muy consciente de la bondad hacia los extraños, incluida la de mis padres. Cuando fundamos Partners In Health, vi varias cosas. Una de ellas fue la muerte de una joven al dar a luz. Pero eso sucedió varias veces en esa primera década y me enseñó muchas lecciones. Fueron ‘muertes estúpidas’, el término utilizado por los haitianos. Pensé que eso podría significar que se trataba de muertes que se evitaban fácilmente, pero de hecho, era necesario mucho trabajo para prevenirlas".

Con el fin de lograr un cambio duradero en los "desiertos médicos" que carecen de acceso a la atención médica, el Dr. Farmer y sus colegas idearon soluciones que eran eficientes, sustentables y de orientación local, al tiempo que buscaban formas de superar las deficiencias básicas como la falta de luz o agua corriente. “Estas no son cosas de las que debiera preocuparme, incluso, tras haber crecido en un entorno bastante pobre en los Estados Unidos. Puede que no tuviéramos electricidad todo el tiempo, ¡pero no gestionábamos un hospital! Pero luego vas a Haití y alrededor del 95% de las instalaciones no están electrificadas. Fue entonces cuando comencé a usar el mantra de ‘personal, material, espacio y sistemas’. Esto suena muy rudimentario pero no lo era para mí cuando era un joven estudiante de medicina; eso me cambió para siempre, en el buen sentido”, dice el Dr. Farmer.

El Dr. Farmer y sus colegas durante la ceremonia del inicio de la construcción del campus permanente de University of Global Health Equity (UGHE) en Ruanda. UGHE fue fundada por PIH en 2015

El mantra del Dr. Farmer sobre el personal, el material, el espacio y los sistemas ha ayudado a reorientar el campo hacia los recursos necesarios para brindar una atención de calidad. Los elementos esenciales de una atención de calidad incluyen el personal (como médicos, enfermeras y trabajadores de la salud de la comunidad), el material (medicamentos, equipo quirúrgico e incluso vendajes), el espacio (hospitales, quirófanos y salas de conferencias) y los sistemas (programas de extensión, referencias servicios y registros médicos).

Poner todos estos elementos juntos es abrumador, pero el Dr. Farmer conoce un secreto para manejar la presión que viene de una fuente algo sorprendente: “Tengo una amiga que eras directora de escuela, pero ahora trabaja conmigo. Solía decirles a sus alumnos: ‘¿Tienen mucha tarea? Divídanla en pequeñas partes’. Elpersonal, el material, el espacio y los sistemas no son trozos pequeños porque, por ejemplo, ¿cuánto tiempo lleva capacitar a una enfermera obstétrica? Pero puedes poner el proceso en marcha".

A medida que estos componentes se introducen y se combinan, la calidad de la atención mejora. Por supuesto, el proceso no siempre es sencillo, pero eso no ha distraído al Dr. Farmer. “Adoptamos este enfoque desde el principio, aprendiendo de los fracasos. En medicina eso es estándar. Cuando estaba aprendiendo a ser médico, también era estudiante de posgrado en antropología. Y no me pueden convencer de que los antropólogos no pasan la mayor parte de su tiempo mirando fracasos. Lo hacen. Son una multitud gruñona, no son muy alegres. Así que me entrenaron dos veces, en cierto modo, para respetar la importancia del fracaso. La gente muere, pero la misión tiene que vivir y mejorar”, explica. Y así es.

Sólo en 2020, PIH realizó 1,6 millones de visitas ambulatorias en las clínicas y hospitales que apoya, facilitó 1 millón de chequeos médicos a mujeres en todo el mundo y realizó 800.000 visitas domiciliarias de trabajadores de salud comunitarios. Con 18.000 empleados en todo el mundo, la organización ha ayudado a millones de personas, fortaleciendo los sistemas de salud en estrecha cooperación con actores clave locales en Haití, Kazajstán, Lesotho, Liberia, Malawi, México, Perú, Rusia, Ruanda, Sierra Leona y en la Nación Navajo. 

El Dr. Farmer (izquierda) entrevista a sobrevivientes del Ébola en Freetown, Sierra Leona, donde la pobreza extrema impide que la mayoría de las familias accedan a la atención médica 

Como líder del desarrollo de estrategias de una organización global, sería comprensible que el Dr. Farmer dejara de ejercer la medicina. Pero continúa siendo una de sus prioridades y siempre encuentra el tiempo para atender a los pacientes: “Esa es mi forma de mantenerme cerca de la misión. Es la forma en que me gusta rejuvenecerme. Regularmente, me tomo un tiempo solo para hacer trabajo clínico y eso ha sido útil para mí".

Los objetivos del Dr. Farmer siempre han sido ambiciosos y no siente que su trabajo esté terminado o que se terminará pronto. Con respecto a cómo el mundo podría ayudar a su organización a maximizar su impacto, afirma: “Cuando me retire al cielo o al ciclo del nitrógeno, donde sea que vayamos, seré feliz de todos modos porque realmente disfruté este trabajo. Mi verdadero deseo, si tuviera uno, es ver a Partners in Health perdurar todo el tiempo que sea necesario. Recibir un regalo importante para proteger el trabajo sería bueno".