Shad Begum, ya desde temprana edad, se vio profundamente influenciada por las desigualdades sociales que la rodeaban y fue inspirada por el trabajo social de su padre. Se convirtió en una conocida figura a nivel nacional e internacional debido a su decidida lucha por mejorar las condiciones de las clases marginadas, especialmente las mujeres de su comunidad, en el noroeste de Pakistán, una zona profundamente religiosa y conservadora donde los talibanes ejecutaron públicamente a hombres y mujeres por no ajustarse a su viersión del islam.
Shad Begum es fundadora y directora ejecutiva de la asociación sin fines de lucro Association for Behaviour & Knowledge Transformation (ABKT, por sus siglas en inglés), una organización que trabaja para el empoderamiento económico y político de las comunidades en las áreas marginadas de Pakistán. Su organización fue prohibida cuando los talibanes tomaron Swat y se dio un desplazamiento masivo de las personas en 2009-2010. Su resiliencia mantuvo a ABKT con vida a pesar de todos los obstáculos.
Anteriormente, Shad Begum trabajó con el Programa de Asentamientos Humanos de la ONU como consultora para el “Proyecto de construcción de una escalera de género”, así como para el Programa de Participación Política de la Mujer del PNUD.
Además, es becaria de Ashoka, becaria de Regan-Fascell Democracy en la Fundación Nacional para la Democracia. Ha recibido numerosos premios, entre ellos, el Premio Internacional Mujer de Coraje otorgado por el Departamento de Estado de los EEUU (2012) y el Premio a la Creatividad en la Vida Rural, otorgado por la Fundación Women's World Summit (2008).