“Un buen libro puede salvar a una nación entera”
Quién fue
Tal vez ninguna figura literaria tuvo un impacto tan grande en la mentalidad del pueblo armenio como Raffi, o Hagop Melik Akobian. Sus novelas contaron la historia del pueblo armenio en detalle vivo y se expusieron las hipocresías y las debilidades de las personas y sus líderes. El trabajo de Raffi puede ser reconocido con la iniciación de lo que más tarde se conoció como el Zartonk, o despertar, durante el cual los armenios, a través de un discurso intelectual vibrante, pensaron la necesidad de un estado armenio libre.
Raffi nació en Payajuk, un pueblo de Salmast, en el Imperio Persa. Su padre lo envió a Tiflis (actualmente, Tbilisi), para continuar con sus estudios. Allí, se convirtió en un protegido de Grigor Artsruní, un destacado intelectual y editor del periódico Mshak. Raffi fue un colaborador regular del diario y se estableció como escritor a través de los cuentos cortos que publicaba allí.
Cuando el negocio de su padre estaba al borde del fracaso, se hizo cargo y trató de salvarlo pero sin éxito. Sin otra fuente de ingresos, dependía sólo de su escritura. Escribió de forma prolífica, aunque nunca ganó mucho, pero lo mantuvo a él y a su familia fuera de la pobreza.
Con ansias de llegar a una amplia audiencia de armenios para despertar sus sentidos ante las injusticias que habían sufrido, Raffi creía que la mejor forma sería a través de la escritura de historias y, en particular, de novelas. Sus libros, “The Fool”, “Sparks” y “Jalaleddin”, entre otros, fueron populares pero no lograron el efecto que él pretendía. Sin embargo, sirvieron de inspiración para futuros escritores y revolucionarios del Cáucaso armenio, quienes abrazaron los principios de independencia y autosuficiencia, que eventualmente llevarían a la creación del Estado armenio.
Sus restos descansan en Tbilisi, en el Panteón Armenio.
Datos interesantes
Raffi visitó el Monasterio Arakelots para presentar sus respetos al gran historiador medieval, Movses Khorenatsi. Cuando estuvo allí, compartió sus puntos de vista liberales en la educación y otras cuestiones con los clérigos quienes, disgustados, casi lo empujan al lago Van.
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