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In Video Veritas

In Video Veritas

 
Por Christopher Atamian
 
 
Las imágenes son perturbadoras, evanescentes. Para el público en general muestran la consecuencia de una guerra o de un desastre natural devastador, pero entre los armenios evocan, inmediatamente, lo que realmente son: niños armenios, probablemente huérfanos, siendo arreados como ganado hacia buques que parten del puerto turco de Constantinopla. Los niños se agolpan y caen de espaldas mientras se los empuja en una empinada rampa de embarque. El viento los sacude de un lado al otro como si fueran muñecos de papel. Esta escena se intercala con otra filmación de armenios demacrados que son cargados en vagones, para ser conducidos a su muerte. Están en todas partes: en el techo de los coches, esperando en las vías del tren, encendiendo pequeñas y penosas fogatas para calentarse, sin un mínimo rastro de esperanza en sus rostros. Y por último, las ya conocidas imágenes de armenios marchando en las rutas de deportación.
 

Pero en medio de estas escenas trágicas, también hay algunas caras sonrientes: cuando los barcos se alejan de Turquía, un optimismo juvenil se apodera del sitio y algunos pasajeros parecen estar disfrutando de la aventura que les espera, lejos de la crueldad que han vivenciado. Se los está llevando a la libertad o, al menos, es lo que uno espera.

 

Estas imágenes de video inéditas de la época del Genocidio Armenio se proyectaron recientemente en el 29º Festival Anual “Cinema Ritrovato” de Bolonia. La curadora, archivista y cineasta suiza Mariann Lewinsky, quien encontró la filmación, ya había realizado descubrimientos notables similares a éste anteriormente. Haciendo uso de sus instintos y habilidades detectivescas, esta curadora, encargada de la sección de cine mudo en “Cinema Ritrovato” (“Cine redescubierto”), tuvo la original idea, en relación a la selección de obras para el cine mudo, de volver 100 años en el pasado, para conmemorar el centenario del Genocidio Armenio: “Para 1915/2015, organicé un programa especial con películas de cine mudo armenio, principalmente de la época soviética. Pero también estuve investigando los años anteriores a 1915 y, con algunos colegas, preparamos un programa que incluye también material de no ficción de los años 1911 a 1919”, cuenta Mariann. 

 

Su hallazgo más reciente, que tuvo lugar en la biblioteca del Congreso de Estados Unidos, llegó al centro de la atención mundial. “Lo encontré bajo el título de ‘Armenia: Cradle of Humanity’ (‘Armenia: Cuna de la humanidad’),” dice Lewinsky. “Por supuesto que éste no era el título de la cinta, sino que llevaba el nombre de otra película que se agregó después”. La “Cineteca di Bologna” restauró la calidad de la filmación para proyectarla en el festival, el metraje consta de 70 metros (o cuatro minutos). “Es probable que algunos de ellos sean huérfanos armenios, tomando un barco en Estambul en 1918, otros tal vez sean griegos durante el así llamado ‘intercambio de poblaciones’”, dice Lewinsky. Expertos que reconocieron un palacio de Estambul en el fondo de la escena confirman que las fuerzas británicas utilizaron ese edificio después del Genocidio Armenio, específicamente para reunir a los huérfanos armenios y evacuarlos. Lewinsky continúa: “Es una imagen arquetípica de huidas, refugiados, deportaciones - consecuencias de una guerra”.

 

 

Entre otros hallazgos relacionados de Lewinsky se incluyen “Heizer in Trabzond 1915”, encontrado en el Archivo de Gaumont Pathé y una película de 1918 que muestra sobrevivientes de un campamento de refugiados provenientes de Musa Dagh en Port Saíd, Egipto, que Lewinsky halló en los archivos del ejército francés. Fue en Port Saíd que la UGAB (Unión General Armenia de Beneficencia) financió la creación de una auténtica ciudad de tiendas de campaña para los sobrevivientes, donde no sólo recibían alimento y vestimenta, sino que también se los capacitaba en oficios útiles para que pudieran comenzar una nueva vida en Medio Oriente, Europa y Estados Unidos. Para los descendientes de los sobrevivientes y los estudiosos del Genocidio, estos videos son una ventana abierta a un terrible y perdido mundo.

Cuando Lewinsky obtuvo la bobina de “Cradle”, pudo determinar que su fecha era 1923. Ella relata: “Las imágenes eran extraordinarias, barcos llenos de niños, trenes”. Pero Peter Balakian, autor de “Black Dog of Fate” (“Perro negro del destino”) y “The Burning Tigris” (“El Tigris en llamas”), cuestiona la importancia histórica del descubrimiento. “¿Qué significado tienen los videos de los sobrevivientes para una comprensión más amplia de esta historia?” pregunta. El profesor de la Universidad Colgate se interesa en saber qué agrega el video en sí mismo a lo que se conoce y se interpreta en relación a los acontecimientos y cómo puede hacer que la humanidad tenga una mayor comprensión de lo que sucedió. Sin un análisis minucioso, un nuevo video es simplemente una pieza más de evidencia antinegacionista y no mucho más que eso. 

 

Conclusiones precipitadas

Aunque la nueva película, sin duda, agrega un elemento emocionante para el estudio del Genocidio Armenio, uno debe ser cauteloso al asumir que la filmación sin editar sea prueba de algo que, al final, no es “demostrable” – la muerte de más 1,5 millones de personas. Como señala Lewinsky de manera sanguínea: “A los negacionistas no se los puede convencer y los demás no necesitan nuevas pruebas”. 

Sin embargo, también hay muchos aspectos positivos del hallazgo en cuestión. El profesor de la Universidad Wesleyana Khachig Tololyan, fundador de “Diáspora: Un diario de estudios transnacionales”, considera que el descubrimiento es simbólico en sí mismo: “El hallazgo de este video mudo sobre el Genocidio Armenio es una inquietante metáfora y paradigma de casi un siglo de indiferencia y negación. Es una película muda, al igual que gran parte del testimonio sobre el Genocidio que al principio se mantenía en silencio y cuando finalmente se pronunció no fue escuchado. No se sabía de la existencia de la película, pero no estaba escondida; simplemente fue ignorada por los investigadores, estaba visible en los archivos estadounidenses, pero no se la veía”. Tololyan también tiene curiosidad sobre quiénes hicieron la película y con qué fin: las convenciones utilizadas para filmar a los sobrevivientes, así como el marco de interpretación que se utiliza para examinar y analizar tales hallazgos son fundamentales para él. 

 

Lewinsky tiene una opinión interesante acerca de los posibles efectos de su hallazgo en el estudio del Genocidio Armenio: “Es a la inversa. No pienso en cómo la película contribuirá a la investigación del Genocidio Armenio, sino que considero que se necesita investigar la película para que sea interpretada adecuadamente. Las imágenes no son pruebas: son mudas en tanto no se sepa dónde se filmaron, cuándo, a quiénes muestran... Al investigar las misteriosas imágenes, por supuesto, se aprenderá mucho”. 

Para el escritor y erudito del Genocidio Armenio Denis Donikian, quien recientemente terminó un tomo monumental de 550 entradas para el prestigioso blog de Le Monde titulado “Enciclopedia concisa del Genocidio Armenio”, el descubrimiento de Lewinsky es de importancia por su rareza: “Dicho llanamente, el Genocidio Armenio ocurrió en 1915, 30 años antes del Holocausto Judío y el de Roma. Los videos era tan inusuales en ese momento, que este hallazgo, aunque pudiera ser inconsecuente, ahora se vuelve importante”. Pero Donikian también advierte que no hay que saltar de alegría hasta que la filmación no sea debidamente autenticada: “Hay una serie conocida de fotografías de niños armenios esqueléticos que se etiquetan a menudo como ‘sobrevivientes del Genocidio’, cuando en realidad son fotos de huérfanos tomadas en Ereván durante una hambruna devastadora que ocurrió algunos años después… no puedo juzgarlo adecuadamente”, comenta. 

 
 

Pero como observa Tololyan sagazmente, lo que representan estos cuatro minutos, tal vez, no es nada menos que “el final de una comunidad a causa del Genocidio y, sin embargo, es también el inicio de una comunidad de sobrevivientes que engendraría la diáspora, una diáspora cuyos personajes activos, en cooperación con una patria postcomunista renovada, han creado cosas excepcionales”.

 

Imágenes: capturas del video “Armenia: Cradle of Civilization”, cortesía de Fondazione Cineteca di Bologna.