“Si Komitás hubiera compuesto una única canción, ‘Adouni’, aún así habría sido reconocido como un gran artista”. – Debussy
Quién fue
Komitas, Soghomon Soghomonian, fue un sacerdote armenia cuyo trabajo en la grabación de canciones folklóricas armenias, así como en la composición de nuevas, lo convirtió en uno de los armenios más conocidos tanto en el mundo armenio, como fuera de este. Su extenso y meticuloso trabajo, justo antes de la destrucción total durante el Genocidio Armenio, jugó un papel decisivo en la grabación y preservación de muchas piezas de la cultura armenia que, de otra forma, se habrían perdido.
Nació en Kuthaya, en la parte occidental del Imperio Otomano y quedó huérfano a temprana edad. Fue llevado a Etchmiadzin, la sede de la iglesia armenia y entró en el seminario Gevorgian. Su excepcional talento en canto fue reconocido desde el comienzo y el Catolicós lo llamaba frecuentemente para que le cante a los huéspedes.
Comenzó a recoger canciones populares de las aldeas locales mientras estaba en el seminario, antes de mudarse a Tiflis (actualmente, Tbilisi), para continuar sus estudios junto a Markar Yekmalyan. Bajo el mandato de Khrimyan Hayrig, Komitás recibió ayuda financiera de Alexander Mantashev y después de Tiflis continuó sus estudios en Alemania, en la Universidad Frederick William (actualmente, Universidad Humboldt de Berlín).
Komitás regresó a Etchmiadzin luego de sus estudios y continuó recolectando canciones, pero de forma más activa. Juntó entre 3.000 y 5.000 canciones, de las cuales sólo sobrevivieron 1.200. Durante este tiempo, también compuso su propia música, que fue aclamada por la crítica, tanto entre los armenios como más allá. Con el tiempo, se trasladó a Constantinopla y se hizo muy conocido por su música.
El 24 de abril, Komitás fue reunido junto con otros intelectuales armenios y enviado a la muerte. Por la intervención del embajador estadounidense Henry Morgenthay y algunos amigos turcos, fue salvado; pero no psicológicamente. Su experiencia personal y sumado a que sabía que muchos de sus compatriotas fueron asesinados, cambió por siempre a Komitás. Tras pasar algún tiempo en Constantinolpla, se fue a París, donde estuvo en un hospicio, donde finalmente muró. Nadie sabe qué pasó con todo su material de investigación que no llegó a publicar.
Sería difícil precisar el impacto del trabajo de Komitás en la futura resurrección de la música armenia y, consecuentemente, de la cultura armenia luego del Genocidio. Los armenios y el mundo estarán por siempre en deuda con él por su desinteresada dedicación a ese trabajo y la invaluable contribución a la preservación de la cultura.
Datos interesantes
Komitás dijo que había descifrado el sistema de notación musical armenio perdido, khaz. Desde que murió, ninguno de sus registros que perdido, han aparecido.
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