Por Vahram Ter-Matevosyan
Hasta hace poco no había mucho interés por analizar el Genocidio Armenio desde el punto de vista de los movimientos ideológicos mundiales. En relación a esto, la incursión de Turquía en las corrientes totalitarias, especialmente en el fascismo, ha sido ignorada por mucho tiempo. El enfoque comúnmente aceptado era que Turquía carecía de un elemento específico que pudiera traducirse en fascismo. Este último fue considerado principalmente como un fenómeno europeo, que no podía utilizarse para contextos fuera de Europa. Sin embargo, ha surgido documentación que ofrece un marco alternativo al estudio del fascismo fuera de Europa, conocido como "Fascismo Mundial". Dicho enfoque brinda un contexto alternativo para el estudio del Genocidio Armenio.
La historia del fascismo como corriente de pensamiento se originó a fines del siglo XIX de la mano de la revolución intelectual y del ingreso de las masas a la política. Este enfoque difiere del que busca ubicar al origen del fascismo en la era de entreguerras. Si bien esta afirmación responde al contexto europeo, muchas de sus características también pueden aplicarse al contexto turco. Los miembros activos de los centros de emigrantes de los Jóvenes Turcos en Europa, como los de Suiza y Francia, jugaron un papel clave en el delineamiento de las principales características ideológicas del Imperio.
Asimismo, los líderes del movimiento Jóvenes Turcos se vieron influenciados por la creciente corriente de nacionalismo radical, modelos de construcción de nación y teorías raciales de Europa. Los escritos de pensadores destacados de la Época (Georges Sorel, Emile Boutmy, Gustave Le Bon, Ernst Renan, H. G. Wells, Georges Montandon y Eugene Pittard, entre otros) influyeron en los líderes e intelectuales del grupo Jóvenes Turcos, que tenía su sede en París y en los kemalistas. Así fue que escritos reconocidos sobre ingeniería social y política, sobre el rol y la psicología de las masas, sobre la raza y la necesidad de que una elite guíe a las masas (de lo contrario podrían ser guiadas a un comportamiento irracional), moldearon las convicciones que la elite intelectual de los Jóvenes Turcos sostenían firmemente. Así también, la mayoría de los Jóvenes Turcos creía en una transformación/revolución guiada que se otorga desde arriba, en lugar de por levantamientos o revueltas populares que surgen desde abajo.
Una vez en el poder, el Comité para la Unión y el Progreso (CUP) puso en práctica algunos elementos constitutivos de la ideología fascista, aunque el término en realidad apareció más adelante. Las implicancias políticas y sociales de las guerras de los Balcanes y principalmente la Primera Guerra Mundial sirvieron como una oportunidad histórica para la implementación de ciertos objetivos ideológicos y políticos que fueron propuestos por distintos círculos políticos e intelectuales de la Época. Sería erróneo decir que los líderes políticos del CUP actuaron como si estuvieran representando formas de gobierno fascistas; sin embargo, el modo de implementación de algunos objetivos políticos no difiere de los acontecimientos que tuvieron lugar en Europa décadas después.
Asimismo, las teorías fueron llevadas a la práctica tan rápidamente que muchas de las características de la nueva política se aplicaron de manera espontánea. Los estudios acertadamente indican que ciertos elementos constitutivos de la ideología fascista, elaborada antes de agosto de 1914, reaparecieron de forma casi idéntica en las décadas de 1920 y 1930 en Italia y en otras partes. Se puede suponer razonablemente que los tres niveles del fenómeno fascista (ideología, movimiento político y forma de gobierno) aparecieron ejemplificados en Turquía entre las décadas de 1910 y de 1930 y 1940.
En relación a la ejecución de algunos de los objetivos de las políticas que luego conformarían el catalogo fascista, tanto los Jóvenes Turcos como los kemalistas, pueden ser considerados precursores indiscutibles Su listado de políticas fascistas, que algunos sostienen que ejemplifican el protofascismo, incluía, entre otros, el ultranacionalismo, la expulsión, la deportación, la violencia de masas, la movilización de masas, los campos de concentración, el irredentismo, la ingeniería social, el terrorismo, el discurso sobre eugenesia, la limpieza étnica, la asimilación, la conversión y el matrimonio forzado, la expropiación, la confiscación, el saqueo y, naturalmente, el genocidio.
En Turquía, las características distintivas del nacionalismo radical, la asimilación y la homogeneización (turquificación) se implementaron mucho tiempo antes de que los regímenes fascistas llegaran al poder en Europa y en otras partes, y mucho tiempo después de que perecieran en la Segunda Guerra Mundial. Comenzó con el Genocidio de los Armenios, pero continuó con las deportaciones de los kurdos y las masacres de los griegos, asirios y caldeos. Esta política de aniquilación fue seguida por la asimilación de inmigrantes musulmanes que no hablaban turco a través de políticas de asentamiento entre 1923 y 1939, los pogromos contra los judíos en 1934 en Tracia, las atrocidades en Dersim entre 1935 y 1938, el impuesto a la riqueza (Varlik Vergisi) en 1942, entre otros.
Por lo tanto, diferentes movimientos, ideologías e ideas procedentes de Europa fueron modificadas y adaptadas fuera de Europa con variaciones regionales. Ciertamente el fascismo, al igual que otras ideologías existentes hasta ese momento, no se presentaba de la misma forma en todos los contextos. La formación, el dominio y la aplicación del fascismo en Turquía fueron diferentes que en otros casos, pero el punto más importante es qué grado de consistencia o discrepancia había entre las convicciones ideológicas de los Jóvenes Turcos y kemalistas a aquellas sostenidas por los fascistas italianos, los nazis alemanes y los fascistas de otras partes.
Vahram Ter-Matevosyan, Ph.D., es Investigador Senior en el Departamento de Estudios Turcos de la Academia Nacional de Ciencias de Armenia y profesor titular en el Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Americana de Armenia. Vahram Ter-Matevosyan tiene numerosas publicaciones sobre el kemalismo, el Islam político y los sucesos políticos internos en Turquía.