“La paz sólo puede venir de la justicia, así como los conflictos vienen de la injusticia. Y sabemos que donde no hay injusticia, tampoco hay conflictos”.
Quién fue
Diana Apcar fue designada cónsul de la primera República de Armenia en Japón. Ella es una de las primeras, si no la primera, diplomática mujer de la historia moderna.
Nació en Birmania (Mynamar), descendiente de armenios de Nueva Julfa, fue a la escuela en la India. No mucho tiempo después, Apcar se dedicó a la escritura. Se mudó a Japón en 1890 junto con su esposo y se quedó varios años en el país, enfocada en su nueva familia. Pero la masacre de los armenios en Adana en 1909 la guiaron hacia la acción. Apcar pasó gran parte del resto de su vida abogando por llamar la atención hacia la difícil situación de los armenios, hasta les dio cobijo en Japón a los refugiados por el Genocidio. Fue condecorada por sus esfuerzos y, tras la creación de la Primera República de Armenia, fue designada cónsul honorario en Japón.
Escribió exitosamente y su corpus incluye libros, poemas y cartas. Apcar usó su don de la expresión para escribir sobre la injusticia que afectó a sus familiares en tierras que ella nunca había visto. En este proceso, hizo historia como funcionaria de un gobierno en tiempos en los que las mujeres, en gran parte del mundo, ni siquiera tenían derecho al voto.
Datos interesantes
Luego del gran terremoto de Kanto en 1923, Apcar se quedó sin hogar ya que, junto con otras posesiones, su casa fue destruida.
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