Azza Soliman es una reconocida abogada originaria de Egipto que trabaja incansablemente como abogada defensora de derechos humanos. En 1995, Azza Soliman fundó CEWLA para brindar asistencia legal a las mujeres sobrevivientes del abuso y la violencia doméstica, así como también a las mujeres provenientes de las comunidades marginadas como víctimas de la trata y de la violencia doméstica. CEWLA busca proporcionar a las mujeres las habilidades y destrezas que les permitan seguir con su vida y superar los problemas. Soliman también es cofundadora del movimiento internacional Musawah por la igualdad y la justicia en la familia musulmana. Trabaja para la interpretación progresiva de la ley islámica que se basa en realidades cotidianas y estándares de derechos humanos. Además, tiene como objetivo enmendar las leyes familiares para musulmanes y cristianos en Egipto y pide una ley civil para todos los egipcios.
Azza Soliman ha sido arrestada y procesada en varias ocasiones y ha sido objeto de represalias, incluso con medidas financieras. A pesar de todas las dificultades y amenazas que ha sufrido durante 25 años de trabajo humanitario, ha influido en varias leyes en Egipto, incluida la concesión de derechos para los niños nacidos fuera del matrimonio y la inclusión de la madre en todos los certificados de nacimiento.
En 2020, Azza recibió el Premio Franco-Alemán de Derechos Humanos y Estado de Derecho. En 2017, recibió el segundo lugar del Premio Allard, otorgado por el "valor y liderazgo excepcionales en la lucha contra la corrupción o la protección de los derechos humanos".