Leymah Gbowee: “Tenemos que darle a todos la oportunidad de ser la mejor persona posible”

Leymah Gbowee: “Tenemos que darle a todos la oportunidad de ser la mejor persona posible”

La ganadora del Premio Nobel de la Paz, Leymah Gbowee, es una activista por la paz originaria de Liberia, una experimentada trabajadora social, oradora pública y abogada por los derechos de las mujeres. Es la fundadora y actual presidente de la organización Gbowee Peace Foundation Africa. Es, también, la fundadora de Liberia Reconciliation Initiative y es cofundadora y ex directora ejecutiva de Women Peace and Security Network Africa (WIPSEN-A).

Ser parte del Comité de Selección es una gran responsabilidad, ¿qué tipo de criterios sigue cuando se trata de elegir al candidato apropiado?

Personalmente, debido a que trabajo mucho en las comunidades, busco a alguien que esté involucrado con las comunidades, alguien a quien no le importe ser el centro de la atención. Su trabajo no se trata de estar en la CNN o en la BBC, su trabajo es sobre la comunidad, ayudar a cambiar su comunidad. Eso es lo primero.

Lo segundo es que la persona que hace ese trabajo para mantener a su comunidad estable, no obtiene de eso un beneficio político. Entonces, esas son las cosas más importantes. Las personas hacen sacrificios más allá de todo, sacrifican su tiempo con la familia, su tiempo libre; cada minuto que tienen. Se pierden el disfrute básico de la vida sólo por servirle a la humanidad. Eso es lo que siempre busco.

¿Cuál cree que sea la importancia de las iniciativas como Aurora?

Algo que me llamó la atención fue la parte del ‘despertar a la humanidad’. La necesidad de que la humanidad se eleve, siempre estuvo en mi mente. Si miramos hacia los lugares donde hay guerras, por ejemplo Siria, hay más personas que sufren que personas que tienen armas. Mi teoría es que, la mayoría de las veces cuando suceden estas cosas, es porque mucha gente buena tiene miedo de actuar. Y cuando la gente buena se niega a actuar, las malas personas se apoderan de nuestra sociedad. Cuando se me acercó el equipo de Aurora y cuando vi que querían despertar a nuestra humanidad, pensé que esto sería algo que nos ayudaría a movilizar más gente y, definitivamente, yo quiero ser parte de ello.

¿Usted cree que a través de la educación se puede alentar a la gente para que se involucren en las soluciones de los problemas humanitarios? ¿Es posible difundir la compasión a través de la educación?

Se puede educar a las personas para que hagan más el bien. La mayoría de las veces cuando la gente piensa en el bien que puede hacer, se imagina cosas grandes como edificios para escuelas u hospitales. Pero déjame decirte que otra buena acción puede ser, simplemente, ayudar a alguien con su bolso, a cruzar la calle a una persona mayor, ayudar a un niño, darle agua a alguien o incluso, sonreírle a alguien que está triste. Esas son las cosas más simples que podemos hacer. Y esos gestos son los que hacen que la gente tenga fe en la humanidad.

¿Cuál cree que es el problema humanitario más urgente que tenemos que abordar en este momento?

Debemos reconocer los derechos de las personas. Tenemos que darle a todos la oportunidad de ser la mejor persona posible. La discriminación y cosas por el estilo facilitan que los jóvenes decidan que quieren pelear. Si en lugar de eso se les brindan oportunidades, se les hará difícil elegir querer pelear.

Hasta que no se acaben las guerras, hasta que no podamos enfrentar los problemas que le facilitan a la gente matar a otras personas, continuaremos con la falta de agua y de alimentos, seguiremos teniendo la crisis de refugiados. Creo que el problema más urgente en este momento para todas las sociedades es reconocer los derechos básicos de estas personas y satisfacer sus necesidades básicas.