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Salvadores en la historia: Fridtjof Nansen

Salvadores en la historia: Fridtjof Nansen

El 20 de junio marcó el Día Mundial de Refugiados, establecido en diciembre de 2000 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y dedicada a generar conciencia sobre la situación de los refugiados de hoy.
Actualmente, el mundo enfrenta a la mayor crisis migratoria y humanitaria, luego de la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo a las estadísticas de UNHCR, 65 millones de personas, o una persona de cada 113, fueron desplazados de sus hogares por conflictos y persecuciones, en 2015. Cada minuto, 24 personas se ven forzadas a dejar sus casas. Cerca de 41 millones de ellos permanecen en los confines de sus países, mientras que 21.3 millones tuvieron que huir afuera.
 

Una reciente investigación de la BBC ha revelado que más de un millón de personas han entrado a Europa, de las cuales, en su mayoría, solicitaron asilo político. Otras miles han muerto en este peligroso viaje. 

 
Cada Estado tiene el deber de velar por sus ciudadanos; pero, hay casos en los cuales éste es incapaz de garantizar la seguridad física y que los derechos básicos de los individuos sean respetados. La Declaración Universal de los Derechos Humanos garantiza que todas las personas tienen el derecho al asilo y al refugio. 
 
Según la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él". Desde su fundación en 1950, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), es el organismo que se encarga de proteger a los refugiados.  
 

Su huella en la historia

El siglo XX fue testigo de las tragedias más atroces y, como consecuencia, millones de personas fueron desplazadas. En 1919 se había creado la Sociedad de las Naciones, una organización que velaba por la paz, que sirvió como antecedente para la Organización de las Naciones Unidas. Este nuevo organismo, intentaría proteger a las víctimas de la Primera Guerra Mundial y otros enfrentamientos que habían tenido lugar.

Entre todos los representantes de los distintos países que conformaba la SN, uno de ellos se destacaba: el delegado que representaba a Noruega, Fridtjof Nansen.

Él, personalmente, se ocupó de los refugiados y trató de alivianar su situación. En 1922, como Alto Comisionado para Refugiados de la Sociedad de Naciones, encabezó la Conferencia Intergubernamental para los Certificados de Identidad de los Refugiados Rusos, quienes se habían visto obligados a dejar su país tras la guerra civil. 

 

                                                                Fridtjof Nansen

 
Allí mismo, nacería un nuevo documento para las personas y los refugiados que necesitaban los papeles de viaje, pero no podían obtenerlos por parte de su autoridad nacional: se creó el reconocido Pasaporte Nansen, un certificado de identidad, sustituto del pasaporte, que permitía a las personas la libre entrada y tránsito por diferentes países. Los primeros Pasaportes Nansen fueron otorgados a los refugiados rusos y pronto también se le otorgaron a los armenios, refugiados del Genocidio que tuvo lugar entre 1915 y 1923; a refugiados asirios y turcos
Por su extraordinaria labor, Fridtjof Nansen recibió el Premio Nobel de la Paz, en 1922.

Luego de la muerte de Nansen se creó la Oficina Internacional Nansen para los Refugiados en 1930, que continuó el trabajo que había encarado el diplomático noruego. La oficina recibió, en 1938, el Premio Nobel de la Paz en pos de su gran trabajo humanitario.

Fridtjof Nansen fue un pionero en varios campos que dejó su huella en todas las esferas donde se desempeñó. Nació en Christiania (actualmente, Oslo), Noruega en 1861 y se diferenció por su personalidad inquieta y su perfil polifacético. Durante su juventud fue campeón mundial de esquí y de patinaje sobre hielo. Estudió zoología en la Real Universidad Federicana (actualmente Universidad de Oslo) y se destacó como científico al contribuir a sentar las bases de las teorías modernas de la neurología. Luego, se volcó a la oceanografía y realizó varios cruceros científicos, principalmente por el Atlántico Norte.

Durante este período hizo notables contribuciones al desarrollo del equipamiento oceanográfico moderno. Lideró expediciones al Polo Norte y dejó valiosas enseñanzas para quienes siguieron su camino. Como diplomático, abogó por la separación de Noruega y Suecia, al iniciar exitosas conversaciones con el Príncipe Carlos de Dinamarca para que acepte el trono del nuevo país independiente. Luego de la independencia, Nansen fue nombrado embajador del flamante país en Londres y, en 1919, terminada la Primera Guerra Mundial, se involucró con la Sociedad de las Naciones y cambió la vida de miles de personas. 

 

                                          Museo de Fridtjof Nansen en Ereván, Armenia

Actualmente, el ACNUR concede, anualmente, el premio Nansen Refugee Award, conocido anteriormente como la Medalla Nansen, a personas o grupos que se hayan destacado en la causa de los refugiados.