Aurora tiene el compromiso de continuar el ciclo de contribuciones de manera internacional y, hasta la fecha, ha apoyado 23 proyectos en 15 países con más de U$S 3 millones para combatir la pobreza, mejorar la atención médica y proporcionar educación a quienes más lo necesitan. Lo que es aún más impresionante, son las personas que están detrás de las historias. A continuación, las historias del impacto real, contadas con sus propias palabras.
BANGLADESH
Según el ACNUR, más de 723.000 refugiados rohinyá huyeron a Bangladesh desde 2017 y el número está en aumento. Difícilmente tienen acceso a la atención médica porque el área está superpoblada y los recursos son limitados. Gracias a Aurora que ha apoyado proyectos en Balukhali y otros campos de refugiados, 250.000 refugiados rohinyá pudieron recibir tratamiento y 500 familias rohinyá (aproximadamente, 2.500 personas) han sido beneficiadas por la mejora y el mantenimiento de la infraestructura que estaba dañada en el campo.
Cristina trabaja para Médicos sin Fronteras, una de las organizaciones que recibió el apoyo de Aurora. Ella es partera y se encontraba en Balukhali cuando comenzó el brote de difteria. Ese lugar se convirtió en el centro de referencia para los refugiados de la zona: “Entre las ingresantes había pacientes embarazadas y recuerdo que una de ellas estaba muy cerca de dar a luz. Una tarde las enfermeras me llamaron porque había comenzado el trabajo de parto. Llegué justo a tiempo para el nacimiento de su niña”, recuerda. Luego de que el brote frenara, finalmente pudieron enfocarse en las actividades obstétricas, recibiendo cuatro pacientes el primer día.

Cristina durante la inauguración del la clínica materno infantil. Foto: © Cristina Ceroli & MSF |
BRASIL
En 2017, el 26,5% de la población de Brasil estaba por debajo de la línea de la pobreza. Las familias que viven en una de las áreas más pobres de la capital luchan constantemente para obtener el dinero necesario y no pueden enviar a sus hijos a la escuela. Las bajas tazas de escolarización hacen que sea más probable que los padres se involucren en el tráfico de drogas en un intento desesperado por mantener a sus hijos.
Elenice Flávia Chagas, al igual que otras 150 personas, es asistida por el centro CACEF, que cuenta con el apoyo de Aurora, a través de la Fundación Partage Luxembourg. Elenice cría a sus tres hijos sola, algo común en su comunidad. Para llegar a fin de mes, debe trabajar las 24 horas del día e, incluso, no es suficiente para pagar la guardería de los chicos. Gracias a CACEF, cuando Elenice se va a trabajar, puede estar segura de que sus hijos están bien cuidados y estudian activamente.
CAMERÚN
Camerún tiene una de las prevalencias más altas de VIH y SIDA en África occidental y central y las personas que viven con una enfermedad son discriminadas diariamente. Muchos de ellos son maltratados incluso en los hospitales, a donde acuden en busca de ayuda. Aurora y la Fundación Partage Luxembourg se han comprometido a cambiar esto al brindar capacitaciones para los educadores de la comunidad local y enseñarle a más de 69.400 personas en situación de vulnerabilidad sobre el VIH y SIDA. Ndengue Nadège es una de ellas.
“Como educadora de la comunidad, debo decir que ahora puedo ayudar a los pacientes a que acepten su estado. Cuando alguien se entera de que contrajo la infección, no hay necesidad de entrar en pánico, puedo enseñarles a ser valientes, a buscar el tratamiento adecuado y a que acepten la ayuda. El sufrimiento se puede prevenir y hay formas de vivir con esta enfermedad”, explica.
REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO
Un prolongado conflicto que se extendió por más de dos décadas, ha dejado a la República Democrática del Congo en una situación extremadamente inestable. La población experimenta niveles críticos de inseguridad alimentaria y una terrible violencia y los menores son los primeros que sufren. Aurora brinda cuidados necesarios, ofrece becas para 392 niños en situación de vulnerabilidad y patrocina un programa de microcrédito comunitario que beneficia a 1.021 familias (aproximadamente, 5.400 personas).
Esther se quedó sin hogar cuando era una niña pequeña. Al vagar por las calles en busca de comida, no tenía esperanzas de un futuro mejor y no tenía a nadie que pudiese ayudarla. Afortunadamente, un día conoció a voluntarios belgas que la llevaron al centro INUKA, uno de los proyectos que cuenta con el apoyo del Premio Aurora, a través de la Fundación Jean-François Peterbroeck. Esther estaba desnutrida y tenía un gran trauma por las experiencias que había pasado, aún siendo tan joven. Actualmente, el equipo de INUKA la cuida e intenta reunirla con su madre.
ETIOPÍA
Etiopía ha sido durante mucho tiempo un destino para la población de Sudán, Sudán del Sur, Somalia, Eritrea, que huye de la persecución y la inestabilidad. Según el ACNUR, el país “mantiene una política de asilo de puertas abiertas, dando acceso humanitario y protección a quienes buscan refugio”. Lamentablemente, llegar allí no es garantía de una vida mejor y muchos se ven obligados a irse de nuevo, convirtiéndose en blancos fáciles para los traficantes de personas. Gracias a Aurora, 29 víctimas de secuestros que habían desembarcado en prisiones egipcias, fueron liberadas y reasentadas en los campos de refugiados de Etiopía. Almaz Habtay Aregawi, de Eritrea, es uno de ellos.

La esposa y el bebé de Almaz Habtay Aregawi |
En 200, escapó a Etiopía para evitar ser reclutado en el servicio militar y llegó al campo de refugiados May Aini. Pero la vida fue extremadamente difícil y Almaz y sus amigos fueron hacia Sudán. Fueron secuestrados y como no pudieron pagar el rescate, fueron torturados. Finalmente, Almaz fue liberado por los captores, pero lo detuvieron en Egipto por inmigración ilegal. Después de seis meses, finalmente fue rescatado por la ONG Ghandi, que cuenta con el apoyo de Aurora, a través de la Fundación Grand-Duc et de la Grande-Duchesse. El joven fue llevado de regreso a Etiopía, donde obtuvo una segunda oportunidad y, ahora, es un padre felizmente casado.
KENIA
Actualmente, en Kenia viven más de 1,5 millones de personas con VIH y SIDA y a la mayoría de ellos les resulta difícil buscar un tratamiento por temor a la discriminación y el alto costo. Aurora se ha comprometido a cambiar esto al apoyar a la Fundación African Mission Helthcare, que organiza seminarios y brinda capacitaciones sobre el VIH y la tuberculosis para los profesionales de la salud. Gracias a esto, 99 médicos ayudarán a 39.600 para fines del año 2019.
Luego de completar la capacitación sobre el VIH, Reuben Murianki Kailikia del Condado de Meru, Kenia ideó un plan de acción revolucionario para mejorar la detección de cáncer cervical y está seguro de que esto es sólo el comienzo. “La capacitación ha marcado, realmente, una diferencia en nuestra prestación de servicios, más allá del VIH. Ahora comenzamos a abordar otros problemas de salud”, dice Rubén. La capacitación diseñada para el diagnóstico de la tuberculosis ha demostrado ser reveladora para muchos de sus colegas. James Kasper Ajigo, un trabajador de la salud con experiencia, inicialmente pensaba que no había mucho más que aprender. “A medida que avanzaba la capacitación, me di cuenta de que no había diagnosticado correctamente a los pacientes”, admite James.

Reuben Murianki Kailikia con una paciente |
MALAUI
Según USAID, aproximadamente el 37% de los niños menores de cinco años, sufren desnutrición crónica en Malaui y los adultos no están exentos. La población también sufre de VIH, malaria y otras enfermedades y rara vez tienen acceso a la salud materno infantil. La ayuda financiera que provee Aurora permite que 10.100 pacientes puedan ser atendidos en una de las clínicas, cuyo resultado son muchas vidas que fueron salvadas, incluyendo la de Lucy Alfred, quien fue diagnosticada con VIH cuando estaba embarazada.
Después de dar a luz, la salud de Lucy comenzó a deteriorarse y bajó de peso a niveles peligrosos. Fue derivada a la Clínica Comunitaria Katawa, que cuenta con el apoyo de Aurora a través de la Fundación African Mission Helthcare, donde recibió el tratamiento correspondiente y fue inscripta en un programa de nutrición. Hoy, Lucy se siente mejor y le cuesta creerlo. “Pude ver la muerte, pero ahora estoy a salvo del cementerio”, dice.
MALASIA
El ACNUR estima que 90.200 rohinyás viven en los campos de refugiados de Malasia. Para ellos la vida parece haberse detenido después de que perdieran sus hogares, sus posesiones y, a veces, a sus familias. Mientras permanezcan en los campos, es importante que tengan un acceso adecuado a la atención médica y a la educación. Por ello, Aurora y la Comisión Católica Internacional de Migración apoyan dos iniciativas dirigidas a empoderar a los refugiados rohinyá en el valle de Klang y Kuala Lumpur. Más de 18.000 personas obtendrán clases de alfabetización en inglés, formación profesional y apoyo para sus medios de subsistencia.
Este no es el primer proyecto de estas características que se implementa en con éxito en Malasia. Hakim es uno de los voluntarios refugiados rohinyá que actualmente participa en un proyecto de prevención de la violencia de género y se ha convertido en un modelo del rol masculino que apoya al empoderamiento de las mujeres. “La violencia de género es un tema que todos deben conocer, independientemente de su etnia o cultura”, afirma.
MYANMAR
Luego de la crisis del pueblo rohinyá en Myanmar, donde sus casas fueron quemadas, los hombres fueron asesinados y las mujeres fueron violadas, muchos refugiados intentaron huir a los países vecinos pero terminaron en los campos de desplazados internos en Sittwe. Estaban gravemente traumatizados, tanto física como mentalmente y necesitaban atención médica adecuada. Exactamente por esto, Aurora ha ayudado a MERCY Malasia a establecer 10 puestos de asistencia médica en SIttwe, donde se atenderá a más de 73.233 rohinyá en los campos de desplazados internos, entre ellos, Sohini de 17 años, cuya propia familia ignoró su dolor.
Luego de tener a su primer hijo, comenzó a sentir un persistente dolor en el estómago. “Frecuentemente tenía que acostarme. Mi esposo y su familia pensaron que me hacía la perezosa, pero realmente no estaba bien”, cuenta. Finalmente, Sohini fue a ver a un médico en el Centro de Atención Primaria de MERCY Malasia. Allí le dieron el diagnóstico correspondiente junto con el tratamiento pertinente que le ayudó a sanar.
RUANDA
Los disturbios políticos en Burundi obligaron a muchos jóvenes a huir a Ruanda, pero allí los refugiados enfrentan muchos problemas, entre ellos el desempleo y la falta de acceso a la educación. Gracias a Aurora y a Maison Shalom, más de 1.500 jóvenes pudieron asistir a clases de inglés, recibir formación profesional, educación primaria y secundaria y más de 1.300 alumnos se beneficiaron gracias a los proyectos de renovación de las escuelas. 1.400 personas se unieron a los programas de microcrédito que les permiten iniciar sus propios negocios.
Moïse Iteriteka, tuvo que huir de Burundi luego de ser acusado de apoyar a la oposición política. Terminó en el campo de refugiados de Mahama, donde conoció a la Galardonada con el Premio Aurora 2016, Marguerite Barankitse. “Nos encontró desalentados, pero nos dio esperanzas para continuar con nuestros estudios”, dice Moïse, quien tuvo la oportunidad de finalizar sus estudios y ahora trabaja como maestro principal.

Moïse Iteriteka en el campus de la escuela |
SUDÁN DEL SUR
La República de Sudán del Sur enfrenta graves problemas humanitarios, muchos de ellos causados por conflictos. La población está profundamente afectada por la inseguridad, el desplazamiento, la falta de alimentos y los brotes de enfermedades, mientras que el gobierno no tiene los recursos para ayudar a su propio pueblo. Gracias a Aurora y su apoyo a los proyectos como la construcción de una nueva ala quirúrgica en el Hospital Sr. Therese y su apoyo a la Junta de la Misión Médica Católica que envía a profesionales médicos voluntarios a la zona, alrededor de 30.000 pacientes recibirán tratamiento en Nzara.
Martín Rubino y su esposa Sarah son dos de los valientes voluntarios que forman parte del programa de Becas Aurora que brinda cuidados a una de las comunidades excluidas y de difícil acceso en Sudán del Sur. “Ambos estamos muy contentos por comenzar este capítulo tan esperado en nuestras vidas”, dice Martín.
SUDÁN
Los desafíos humanitarios en Sudán son causados principalmente por la pobreza, el subdesarrollo y el clima, agravados por el conflicto que aún tiene lugar. En muchas áreas, es vital que las personas reciban asistencia y protección inmediata, ya que es crucial para su supervivencia. Aurora proporciona suministros médicos al Hospital Mother of Mercy (donde trabaja el Dr. Tom Catena, Galardonado con el Premio Aurora 2017), lo que garantiza una mejor atención para 343.000 personas.
El becario Aurora, Matthew Jones, tiene mucho que decir sobre su experiencia trabajando aquí: “He diagnosticado a 6.000 pacientes, en su mayoría niños, con malaria, deshidratación, neumonía o desnutrición. Pero no se trata de números, se trata de historias, de relaciones, de éxitos y fracasos”.
SUIZA
El Dr. Mukwege, Héroe Aurora 2017 y fundador del Hospital Panzi, ha dedicado su vida al servicio de los demás. Ha brindado apoyo físico, psicológico y legal a más de 50.000 sobrevivientes de la violencia sexual en la República Democrática del Congo, mientras busca llevar a los responsables ante la justicia. Gracias a Aurora y a la Fondation du Grand-Duc et de la Grande-Duchesse, su institución pudo organizar un evento en Suiza, donde 25 sobrevivientes de la violencia sexual de 14 países devastados por la guerra, obtuvieron el apoyo que necesitaban para seguir.
Una de las pacientes que participó del evento que se realizó en el país helvético describió la experiencia como profundamente transformadora y dijo: “Ver a mis hermanas hablar con fuerza, con valor y sin miedo, me llevó a preguntarme ‘¿Por qué tengo miedo?’ Este miedo se desvanece lentamente y se que pronto podré hacer más”.
TANZANIA
Alrededor del 80% de los habitantes de Tanzania viven en áreas rurales con acceso limitado a la educación y a la atención médica. Además, se estima que 1,6 millones de personas padecen inseguridad alimentaria en todo el país. En estas condiciones, es un milagro que los niños y bebés enfermos sobrevivan, pero Aurora hace que suceda. Gracias al Centro Médico Luterano de Arusha, que cuenta con el apoyo de Aurora a través de la Fundación African Missionary Healthcare, más de 250 niños y recién nacidos han recibido atención médica de alto impacto y tratamientos que les salvaron la vida.
Gracious y Godlisten Gaitan Malima están entre ellos. Nacieron prematuramente a las 26 semanas, pesando tan solo 600 y 860 gramos respectivamente y fueron trasladados a la unidad de cuidados intensivos neonatales en el Centro Arusha, el único establecimiento que brinda atención avanzada para estos bebés en la región. Pronto, alcanzaron su peso normal. Los padres de los gemelos, que son del pueblo de los Nayaturu, estaban felices. “Estoy segura de que mis bebés serán médicos y podrán salvarle la vida a otras personas, tal como ellos fueron salvados”, dijo su madre.

Gracious y Godlisten Gaitan Malima con su madre en el hospital |
UGANDA
Actualmente, Uganda se encuentra entre los países más pobres del mundo, con más del 20% de su población viviendo por debajo de la línea de pobreza. Los ugandeses tienen un acceso limitado al saneamiento, a la electricidad, a la atención médica, a la educación e, incluso, a la alimentación. Además, muchos sufren la violencia y las consecuencias del conflicto. Pero los Samaritanos Comboni de Gulu, que cuentan con el apoyo de Aurora a través de Aktion Canchanabury, le brindan esperanzas de un futuro diferente a los niños como Félix Okema.
Félix, de 13 años, quiere ser músico y ya ha escrito varias canciones. Sus padres lo dejaron al cuidado de su abuela, quien ama al niño pero no tiene recursos necesarios para afrontar los costos de las cuotas escolares o incluso para proporcionarle alimento suficiente. El apoyo de Aurora se traduce en que Félix podrá recibir educación y que ya no pasará hambre.
Foto de Mamunur Rashid/NurPhoto vía Getty Images