AMAAVASYA
Amaavasya aspira a que las comunidades locales, incluyendo a los hombres y chicos, se involucren en el discurso alrededor del estigma de la menstruación, generar conciencia sobre la salud menstrual y permitirle a las mujeres a que tomen decisiones conscientes sobre sus prácticas menstruales. Nuestro enfoque tiene en cuenta la naturaleza interdependiente de las causas del estigma menstrual y la mala higiene menstrual. Identificaremos y apoyaremos a los agentes de cambio locales para que puedan abordar el problema a través de intervenciones apropiadas de acuerdo con el contexto y, de esta manera, se podrá generar una capacidad para lograr un impacto duradero y sustentable en la comunidad. Nuestro objetivo es abordar el problema utilizando un doble enfoque: una iniciativa educativa codiseñada y ejecutada por los agentes de cambio locales, en consonancia con una metodología basada en el Diseño Centrado en las Personas (HCD, por sus siglas en inglés, Human Centered Design) y mediante la facilitación del acceso a los productos menstruales sustentables tales como las copas menstruales y toallas sanitarias reusables.
De las 400 mujeres de los pueblos que están dentro del alcance de nuestro proyecto – Asde y Sawargaon – nuestra iniciativa se centra en la población menstrual que, según nuestros cálculos, son 250 mujeres. Trabajaremos, directamente, con el 50% de la población, un grupo objetivo de 125 personas que desarrollará una práctica menstrual cómoda, segura y ambiental y económicamente sustentable. Otro resultado que traerá esta iniciativa será posicionarse como un modelo para los equipos y organizaciones que buscan abordar desafíos similares en contextos comparables.
Dentro de nuestro contexto rural en Maharashtrian, la menstruación se define como un estigma y vergüenza, exacerbada por la falta de educación sobre el tema. El período es considerado como algo impuro debido a creencias religiosas y esto genera que el manejo de la higiene menstrual sea incorrecto. Muchas mujeres locales pasan 6-8 años del período de menstruación utilizando paños de tela incómodos, poco confiables y posiblemente antihigiénicos. La alternativa es gastar un monto significativo de sus ingresos en toallitas descartables que, al mismo tiempo, producen una gran cantidad de desechos no biodegradables. Comprometen su dignidad al enfrentarse con un estigma, factores económicos, infraestructurales, culturales y ambientales y, dentro de este contexto, descuidan su higiene, lo que genera la persistencia del manejo de la higiene menstrual inadecuada.
El desafío más grande al que nos hemos enfrentado ha sido explorar la naturaleza íntima de la menstruación, un tema arraigado en la tradición, cargado de desinformación y de estigmas de una manera culturalmente sensible. Reconocemos que nuestro proyecto requiere desplazar este tema del dominio privado hacia uno público y que nuestro enfoque depende de la voluntad de las mujeres jóvenes para que ellas sean la voz y la cara de este tipo de conversaciones dentro de sus comunidades. Confiamos en que este enfoque se trabajará desde la valiente y entusiasta utilización de este proyecto por parte de un grupo de diez jóvenes mujeres locales que ya han participado de otras iniciativas de empoderamiento de mujeres junto con el colegio. Nuestro mayor desafío para avanzar sería dotarlas con todo lo necesario y de manera efectiva, para que sea posible romper el silencio que rodea la temática de la menstruación.
El dinero del premio será utilizado para adquirir 125 kits necesarios para el ciclo menstrual; cada uno de ellos contiene una copa menstrual, un recipiente necesario para la esterilización de la copa menstrual y un juego de cuatro toallas sanitarias de tela. Además, el dinero se usará para financiar una conferencia sobre la salud de la mujer que se llevará a cabo al final del proyecto, promoviendo el intercambio de ideas y la consolidación de las relaciones entre las partes interesadas. El premio también nos permitirá abonar los honorarios de los miembros del equipo local por su participación como diseñadores del proyecto y facilitadores de los talleres.
Miembros del equipo:
- Mandu Reid, consejera, ex alumna de WK ‘96
- Raïsa Mirza, consejera, ex alumna de PCUWC ‘06
- Heleena Pankhurst, estudiante, miembro del equipo
- Josephine Henze, estudiante, miembro del equipo
- Lenja Flütsch, estudiante, miembro del equipo
- Raquel Pedrosa Gomes, estudiante, miembro del equipo
- Vanshika Jotsinghani, estudiante, miembro del equipo
- Lily Steel, estudiante, miembro del equipo
- Marija Uzunova, Jefa del Servicio de Aprendizaje al Aire Libre y de Aventura de UWC Mahindra College, mentora académica