¿Qué pasaría si este virus tuviese el enorme don de recordarnos lo que es realmente esencial para nosotros?
¿Qué pasaría si tratara de recordarnos los valores olvidados detrás de nuestras ambiciones?
“Effets secondaires” de Grand Corps Malade
Sin minimizar la magnitud de la catástrofe que se experimenta en todo el mundo, creo que la situación actual es una oportunidad que debe ser aprovechada. Nos ofrece un impulso para despertar nuestra humanidad compartida, adquirir humildad y traer de vuelta la solidaridad al centro de nuestra “convivencia”. La pandemia nos ha afectado a todos, sin distinción de raza, religión, edad, nacionalidad, riqueza o lugar de vivienda. De repente, nos encontramos en una posición similar, unidos, todos en el mismo barco. Esta pandemia nos conecta con nuestra condición común y primaria de “ser humano”. Sólo la superaremos juntos, conscientes de esta condición que nos une de manera universal.
Esta solidaridad siempre ha estado en el centro de la actividad de la Fundación Jean-François Peterbroeck. Por supuesto, seguimos comprometidos con nuestros socios que se desempeñan en el campo, brindando asistencia esencial a las autoridades para combatir la epidemia y sus consecuencias, con toda la flexibilidad necesaria.
Sin embargo, sabemos que el fin del período de confinamiento, lamentablemente, no marcará el fin de la crisis. Y aunque todavía es difícil evaluar el impacto económico y social de la crisis del COVID-19, la Fundación JP está preparada para asumir la responsabilidad de defender, más que nunca, los valores de solidaridad y humanidad que nos guían cada día.