logo
CIERREMenu
Un Plan Marshall con África: desarrollo e inversión

Un Plan Marshall con África: desarrollo e inversión

La primera parte de la sesión llamada Buscando soluciones in situ, del Día 2 de los Diálogos Aurora Berlín 2017, fue moderada por el locutor internacional, Nik Gowing y el discurso de apertura estuvo a cargo de Günter Nooke, representante personal de la Canciller de Alemania en África, en el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo. Entre los panelistas se encontraban Franz Fischer, presidente del Foro Europeo Alpbach; Leymah Gbowee, ganadora del Premio Nobel; activista liberiana para la paz y abogada de los derechos de la mujer; Hina Jilani, ex Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la situación de los Defensores de los Derechos Humanos; Bernard Kouchner, cofundador de Médicos sin Fronteras (Médecins Sans Frontières); y John Prendergast, fundador y director, Enough Project.

Nik Gowing, locutor internacional y profesor de Kings College London y la Universidad Tecnológica Nanyang de Singapur, dio comienzo a los debates al presentar a los  oradores y le sugirió a los panelistas que se basen en los temas y en las cuestiones abordadas en las sesiones anteriores. Además, agregó que, si bien era difícil tratar todos los aspectos en una sola sesión, aún se podían lograr algunos progresos. “No podemos cubrir todo, pero estamos tratando de hacer lo  máximo que podemos en poco tiempo, en un día”, señaló.

Günter Nooke, representante personal de la Canciller de Alemania en África, en el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo, pronunció el discurso de apertura y compartió con el público sus pensamientos sobre los cambios en la narrativa del desarrollo global a un enfoque en el sector privado. También habló sobre la crisis actual y señaló la necesidad de tener un lenguaje claro cuando se la describe. “Hablamos sobre migración, sobre refugiados y sobre una crisis que ha estado sucediendo durante dos años”, dijo. “Hay dos términos, ‘huida’ y ‘migración’, que muchas veces son usados como sinónimos, pero creo que eso no es correcto”, enfatizó.

Franz Fischer, presidente del Foro Europeo Alpbach, advirtió a los participantes que no se dejen llevar por los buenos deseos y el expresó el deseo de tomar un rol más activo al ayudar al continente y sus programas de desarrollo. “No debemos enseñarle a África cómo desarrollarse. Podemos trabajar como catalizadores, como un apoyo, pero la iniciativa y la fuerza motriz deben provenir de África”, explicó.

John Prendergast, fundador y director de Enough Project estuvo de acuerdo con esto y agregó: “Ese es un requisito para cualquier plan de ayuda e inversión, independientemente de cómo sea. El problema esencial que hoy existe, es el conjunto de estructuras de incentivos. Para muchos gobiernos en África, las estructuras de incentivos favorecen la corrupción en masa y, en muchos casos, la terrible violencia”. 

Leymah Gbowee, ganadora del Premio Nobel; activista liberiana para la paz y abogada de los derechos de la mujer y miembro del Comité de Selección del Premio Aurora, destacó la importancia del vector ascendente cuando se trata del progreso sustentable. “Como activistas, le decimos al resto del mundo: para que realmente se materialice el desarrollo, dejen que sea local, que sea realizada por la población local. Si viene del exterior, no creo que vaya a funcionar”, dijo.

No todos los panelistas estuvieron de acuerdo con que el nombre de Plan Marshall sea adecuado para África. Bernard Kouchner, cofundador de Médicos sin Fronteras (Médecins Sans Frontières) y miembro del Comité de Selección del Premio Aurora, resumió esas dudas al decir que “necesitamos ayudar a África y ellos necesitan ayudarnos a nosotros. (…) Hay que quitar el nombre Plan Marshall y comenzar a hablar sobre el Plan África”.

Hina Jilani, ex Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la situación de los Defensores de los Derechos Humanos y miembro del Comité de Selección del Premio Aurora, resaltó que las personas reales son las que deberían beneficiarse de cualquier plan de desarrollo que se implemente. “Puede que los gobiernos africanos malversen y apliquen erróneamente los fondos, eso es bastante evidente porque podemos ver la realidad. Sin embargo, también es verdad que los pueblos africanos tienen ciertas aspiraciones. Y, si va a haber un plan de desarrollo, debe cumplir las aspiraciones de la gente”, señaló.